Comer y no
denotar eso que le da sentido a tus comidas...Obviamente nos referimos a los
sabores, la lengua nos ayuda a distinguir entre lo salado, lo dulce, lo amargo
y lo acido, el resto del trabajo lo hará nuestro olfato.
La lengua nos
hará saber si estamos comiendo una dulce torta de chocolate, pero será nuestro
olfato quien se encargara de aplicar esta magnífica combinación de sabores, que
nos hace distinguir entre las cualidades de este postre.
Cuando comemos x
alimento, esta se eleva a la parte superior del paladar, lo que comunica a las
fosas nasales y le hace saber con más detalle el tipo de comida que estamos
ingiriendo.
Es por esta razón
que cuando enfermamos la mayoría de los alimentos pierden su sabor, la exceso
de mucosa que producimos, aislando así la información que debería llegar a los
receptores olfativos.